viernes, 20 de mayo de 2011

Tomada tomándonos de estúpidos


Más allá de la horrenda fascinación necrófila justicialista, el afiche de Carlos Tomada en su precandidatura a Jefe de Gobierno (título extravagante para los políticos que necesitan para su ego algo más rimbombante que intendente) nos dice que su gestión creó 5 millones de empleos.
Esta estupidez sigue la línea de pensamiento general de la clase política que las gestiones “hacen” cosas, como si usaran plata de los bolsillos de los funcionarios. Los presidentes, gobernadores e intendentes, designan recursos, que dicho sea de paso son obtenidos por la coerción del estado para las obras que consideran de relevancia. Cuando un cartel o un político en campaña nos dice que su gestión “hizo” tal cosa, lo que en realidad está diciendo es que administró los recursos que se extrajeron de los contribuyentes para cierta finalidad. Más allá del debate moral del cobro de impuestos, y más allá de si la obra en cuestión está bien presupuestada, asignada y realizada (cosa rara) al fin y al cabo, no están haciendo otra cosa que cumplir con su trabajo, por el que cobran fortunas.
Para que tenga sentido, por ejemplo un “Cristina hizo”, tendría que cerrar uno de sus hoteles de lujo de Santa Cruz para crear un hospital público, por ejemplo. Sino, nos están refregando algo en la cara que no tiene razón de ser. Que un intendente pegue un afiche diciendo que mandó a arreglar un bache tiene el mismo sentido a que un empleado le empapele la oficina a su jefe diciendo que hoy llegó a horario en la oficina, con la plata del trabajo. En el sector privado un hecho semejante significa un despido automático. Los políticos nos lo hacen impunemente todos los días y la mayoría de la gente no se da cuenta de nada.
Volviendo al delirio de los 5 millones de empleos de Tomada, por más que algunos piensen que hay en el Ministerio de Trabajo un gimnasio conectado a un dispositivo que, producto de abdominales y flexiones de brazos de todo el ministerio se incrementan los puestos de trabajo, ni un ministro ni un ministerio pueden inventar puestos de trabajo en el sector privado.
Lo único que puede hacer la política para fomentar el empleo es incentivar el mercado bajando impuestos, reduciendo regulaciones, facilitando la apertura de comercios, liberando exportaciones e importaciones y dejándose de joder a la gente que quiere laburar en paz. Todo lo que haga un ministro en otra dirección es contrario a la creación de puestos de trabajo. Los modelos dirigistas como el kirchnerista de economía controlada impiden el desarrollo, reducen el empleo y distorsionan la libre voluntad de las personas, por lo que si es cierto que desde 2003 se crearon 5 millones de empleos, el único mérito es del mercado (todos nosotros) y es a pesar de los Kirchner y a pesar de Tomada.

domingo, 15 de mayo de 2011