El marxismo paleozoico en nuestro país tiene detalles exquisitos para aquellos pocos interesados en las ciencias políticas que advierten sus contradicciones que superan el absurdo y caen en lo lamentable.
Bajo el dogma de que los enemigos de nuestros enemigos son nuestros amigos y que nuestro enemigo es, fue y será Estados Unidos, en los últimos años varios grupos de izquierda fueron tan lejos en su estupidez que llegaron hasta apoyar con carteles al tirano depuesto Saddam Hussein como si esta fuera la única manera de estar en contra del impresentable George W. Bush, sin advertir que la mayoría del planeta, en muchos casos liderado por coaliciones socialdemócratas que ya no miran con desconfianza al mercado y la propiedad privada, no apoyaron la intervención en Irak.
Hace poco tiempo representantes de la izquierda autóctona, que poco asco le hacen al dinero si les llega del gobierno K como Luis D'Elía y el cura Farinello –estrella de muchas trasnoches de la tv estatal-, realizaron una gira por Irán, donde se sacaron fotos turísticas con la gente que tan libremente vive por esos pagos. A la vuelta dieron una conferencia de prensa en el tomado hotel Bauen donde pintaron al país de Mahmud Ahmadinejad como la verdadera tierra de la libertad.
Recientemente un joven iraní, culpable del trágico delito de ser homosexual en el paraíso liberal del que nos habla D'Elía, está pidiendo asilo en Europa para que no sea deportado a su país de origen donde corre riesgo de ser ejecutado por el solo hecho de ser gay. Ese fue el triste destino de su pareja y seguramente de muchos otros que no trascendieron nunca.
En nuestro país vemos como los grupos de choques relacionados con esta izquierda violenta, infantil -y ahora parece que también racista-, minúsculos e insignificantes en proporción a la población total, pero suficientemente delictivos como para crear destrozos en cuanta oportunidad adecuada encuentran, aparecen impunemente apoyando los derechos de los homosexuales en todas las marchas del orgullo gay.
Sería interesante que en la próxima manifestación los marchantes se pongan al tanto sobre la coherencia y honestidad intelectual de esta columna que suele brindarles su apoyo incondicional, como ocurre también con otros legítimos reclamos que nada tienen que ver con el pensamiento totalitario de izquierda.
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1 comentario:
Poder vs. Soja
Este video es una respuesta a la publicidad oficial sobre el paro agrario.
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